Me encantan los animales y como somos de culo inquieto una mañana de domingo nos levantamos y decidimos acercarnos al zoo a dar una vuelta y ver cómo está ya que la última vez que fui aun tendría unos 7 años y aun estaba la orca Ulises. Puede que algunos no entendáis que gustándome los animales también me gusten los zoos pero sinceramente creo que lejos de la visión que se tiene de ellos como “zonas de entretenimiento” en los zoos se hace una importante labor de investigación y conservación de animales que a menudo pasa desapercibida para el público.
El origen del zoo de Barcelona es muy curioso. En el siglo XIX vivía en Barcelona un importante empresario, Lluis Martí Codolar, que tenía como afición coleccionar animales exóticos en su finca la “Granja vella”. En 1892, después algunos negocios fallidos, la familia necesitaba dinero y ofreció su colección al ayuntamiento de Barcelona que tras la compra instaló a los animales en el Parque de la Ciudadela e inauguró el zoológico el día de la Mercè de ese mismo año.
Pavo real (Pavo cristatus) mostrando sus preciosas plumas
Pequeño canguro rojo (Macropus rufus) descubriendo el mundo
Es famoso por ser el hogar del gorila albino Copito de Nieve, está considerado como uno de los zoos más importantes de Europa. Actualmente acoge a unos 2.200 ejemplares de más de 315 especies y participa en numerosos programas internacionales de sensibilización y conservación de especies amenazadas.
Situado en el que está considerado el pulmón de la ciudad de Barcelona, ocupa unas 13 hectáreas. A él se puede acceder por dos entradas, una situada en la calle Wellington y otra por el mismo parque de la Ciudadela. Al encontrarse en el centro de la ciudad se puede llegar fácilmente en transporte público (autobús, metro, tranvía o tren) pero si prefieres ir en coche y no conoces mucho la zona te recomiendo que vayas al parking que se encuentra en la calle Ramón Trias Fargas; allí por 12,55€ podrás dejar el coche durante un máximo de 10 horas, suficiente para disfrutar del zoo.
Oso pardo (Ursus arctos)
Situado en el que está considerado el pulmón de la ciudad de Barcelona ocupa unas 13 hectáreas. A él se puede acceder por dos entradas, una situada en la calle Wellington y otra por el mismo parque de la Ciudadela.
Aunque se ha hablado mucho de las condiciones del zoo he de decir que cuando fui me sorprendió gratamente. Hay varias instalaciones nuevas (gorilas, mandriles, orangutanes…) y otras están en proceso de remodelación. Es cierto que hubiera sido mejor trasladarlo a un nuevo emplazamiento como estaba proyectado pero si no ha sido posible, me alegra ver que se invierte en las instalaciones para mejorar el hábitat de los animales y así garantizar su bienestar.
Chimpancé (Pan troglodytes)
Gacelas dorcas saharianas (Gazella dorcas neglecta)
Aunque se ha hablado mucho de las condiciones del zoo he de decir que cuando fui me sorprendió gratamente. Hay varias instalaciones nuevas (gorilas, mandriles, orangutanes…) y otras están en proceso de remodelación (sabana, nuevo delfinario…) para mejorar tanto el hábitat de los animales como la experiencia de los visitantes. Es cierto que hubiera sido mejor trasladarlo a un nuevo emplazamiento como estaba proyectado pero si no ha sido posible, me alegra ver que se invierte en las instalaciones para mejorar y garantizar el bienestar de las especies. Otra de las cosas que me gustó mucho fue el hecho de que cada instalación tenga un panel con información sobre el hábitat y las características de las especies que hay en ella.
Pese a que el día que lo visitamos (domingo) había mucha gente en ningún momento fue agobiante y podías observar y fotografiar a todos los animales con total tranquilidad. Eso sí, el aforo para ver las exhibiciones de delfines y leones marinos suele completarse así que te recomiendo que te pongas a hacer cola cuanto antes porque si no es posible que te quedes fuera.
Pingüino de Humboldt (Spheniscus humboldti)
Si vas con niños posiblemente donde más disfruten sea en la granja o zoo infantil. Aquí pueden conocer y familiarizarse con animales domésticos y de granja e incluso jugar con algunos de ellos. En la misma área también hay actividades como el Mira y Toca o el Pinta caras que seguro les encantaran.
El recorrido es largo pero no se hace nada pesado y todas las instalaciones están adaptadas para personas de movilidad reducida. Además el zoo dispone de un servicio de alquiler de coches eléctricos y de un tren eléctrico que recorre el parque efectuando varias paradas.
El zoo cuenta con varias zonas de restauración pero en mi opinión todo es demasiado caro y por eso optamos por llevarnos comida de casa y hacer un picnic en alguna de las muchas áreas habilitadas para ello.
Disfrutamos muchísimo de la visita. Pensábamos ir a pasar un rato, comer allí y poco más pero estábamos tan a gusto que al final estuvimos casi hasta la hora del cierre. Si os gustan los animales os recomiendo que no dudéis en ir a visitarlo y si viajáis con niños mucho más, os aseguro que les encantará!!
Información útil
Dirección:
Parc de la Ciutadella s/n, Barcelona.
Horario:
Del 1 de enero al 28 de marzo: De 10 a 17,30 horas.
Del 29 de marzo al 15 de mayo: De 10 a 19 horas.
Del 16 de mayo al 15 de septiembre: De 10 a 20 horas (5 de junio hasta 18:30).
Del 16 de septiembre al 24 de octubre: De 10 a 19 horas.
Del 25 de octubre al 31 de diciembre: De 10 a 17,30 horas (25 de diciembre hasta mediodía).
Cerrado: Tarde del 25 de diciembre.
Acceso al recinto hasta 30 minutos antes del cierre del 1 de enero al 28 de marzo y del 25 de octubre al 31 de diciembre y hasta 1 hora antes del cierre el resto del año.
Tarifas:
Adulto: 19,60 €
Niños de 3 a 12 años: 11,80€
Mayores de 65 años: 9,95€